Me levanto sobresaltado después del WATAAAAAAAAOOOOOOO que ha exclamado un japonés asustado del aire que se le cayó a uno de los Jordis… El día empieza fuerte. Desayunamos, y creemos que el camino de hoy será fácil, pero a lso 5 km kilómetros, tenemos el primer percance: a Alfredo y a Juanky se les ha olvidado la cámara de fotos en el albergue… El resto, les esperamos un poco más adelante. El camino está atestado de peregrinos, se nota la cantidad de gente que va para hacer los últimos 100 km… El camino sigue rodeado de verde, caballos, árboles… es una jodida pasada. El terreno consiste, de nuevo, en un constante sube y baja, trialeras, piedras, charcos, agua… Juanky anda jodidísimo de una rodilla, por lo que entre Rubén y Alfredo se reparten sus alforjas, y va tirando como puede. Cada 500 metros, hay un cartel al lado del camino que te pone la distancia que te queda para Santiago, y con todo lo que llevamos, sabemos que no es nada, pero se hace pesadísimo ver cómo van bajand...