La cultura capitalista y la tradición católica nos bombardean mediáticamente durante las últimas semanas con regalos para el día del Padre. Fiesta dedicada a que el padre de uno de los grandes revolucionarios de la historia antigua con ideas más que respetables, ha sido rentabilizada por los caudillos de la tradición y explotada por los de la cultura.
Dentro de todas estas propuestas comerciales me he fijado en algunos “regalos” que nos vamos haciendo entre los hijos de esta sociedad:
- Los 560 consejeros ejecutivos de las empresas del Ibex que cotizan en bolsa ganaron una media de 2,3 millones de euros en 2010, “regalándose” un aumento del 64% de su sueldo en seis años.
- En su contra, el estado “regala” una pensión a una viuda de 9800€ al año, todo incluido. La misma, comenta que si no fuera por esto, sus nietos no comerían por la precaria situación de sus padres.
- Nuestro monarca jefe de estado se ha regalado una cinta de correr de 14.400€ (más que con lo que sobrevive la citada viuda) y le han regalado un Aston Martin en la última semana. Con lo que cuesta este coche de lujo, la misma podría mantenerse durante 25 años con el mismo salario.
- Nos han regalado implicarnos en una guerra en nombre de la justicia y la libertad contra uno de los países de África en los que mejor se vive, más se han desarrollado en los últimos años y el pueblo está más contento. Lástima que otros países del mismo continente en los que las tasas de desempleo están sobre el 50% y sobreviven con menos de un dólar al día no produzcan 1.500.000 barriles de petróleo al día. Esperemos que se solucione pronto, que a 110 km/h nos aburrimos y no podemos seguir pagando tan cara la sangre negra.
- El “azar” nos ha regalado cuatro partidos de Barça – Madrid entre tres y cuatro semanas para el próximo mes. Empacho de caviar, cortinas de humo que asfixian más que el de Fukushima y Garoña juntos.
El desarrollo siempre se asocia a un aumento de la riqueza, del consumo y de la cantidad de energía que gastamos. ¿Cuándo nos desarrollaremos hacía otros valores lejos del consumo, como la felicidad, la diversión, el afecto o el respeto?
Como nos manda la tradición, tendremos que regalar algo a nuestros padres. Como nos manda la cultura, recordar que la relación precio del regalo – afecto a nuestro padre es proporcional (contri más caro, más le quieres).
Lástima que dedicarle tiempo a tu padre (y a tu madre), hacer planes, pedirle que te ayude, dirigirles palabras a la altura de la confianza de la de cualquiera de tus colegas e intentar tenerlos en cuenta, (nunca a la altura de cómo te tienen ellos a ti), no sea demasiado rentable para los que nos dirigen.
Con un poco de suerte, si vuestro padre mola un poco, os diga que para el día del padre quiere de regalo “muchos besitos”. Un buen regalo para él, un mal regalo para el capitalismo.
Un buen regalo para todos, disfrutar de nuestros padres.
Fuentes: publico.es / larepublica.es / leonorenlibia.blogspot.com
que bonito lo último :)
ResponderEliminarnuestros padres molan mucho :DD